conozco los placeres del amor y sus sentimientos,
el limite del cielo y las caricias del infierno,
es un placer poder escribir lo que siento
poder ser real al menos por un momento,
encontrar paz y calma cuando un libro está abierto,
retratar la belleza del mundo y su detrimento.
¿quien me juzga?¿quien me comprende?
hace tiempo que he vendido ya el alma
al postor mas sonriente.
lucho por lo que es mio, a nadie mas corresponde,
demasiado quise a una mujer;
hasta llegué a perder el norte.
hoy solo confieso que te extraño,
el mundo se ha vuelto un sitio nefasto;
no juzgues mi actitud de hombre huraño,
si a cada quien me acerco sembrando caricias,
luego, solo recojo daños.
de mi para ti, de ti para mi,
a nadie mas corresponde decidir,
si lo pasado ha sido bueno,
si con el tiempo aprendimos a fingir.
cuando la luna deposite su luz sobre tu ventana,
recuerda que en su lado mas oscuro;
hay alguien deseando que sea mañana,
luego de un arduo día, corrigiendo fe de erratas.
una mirada basta para podernos entender,
Comprender que el querer no es deber sentirlo,
Sino sentimiento que nace dentro cariño,
Yo que tantas lluvias he soportado,
Que bauticé a la luna como mi amante,
Y me di un par de guantes con algún retrasado,
Que he visto del mundo mil maravillas
Y descansado por las noches en miles de orillas,
Puedo decirte con certeza, sin temor a equivocarme,
Que no existe paisaje con el cual compararte,
Tú sonrisa es la razón por la cual celebro el arte
y dirán de mi, todo lo que quieran,
a palabras sabias, oídos sordos
que la vida solo se ha hecho para vivir
y yo quiero hacerlo a mi manera.
no busco tu comprensión a mi complicación,
no busco tu compañía en cada esquina,
solo espero que no juzgues a mi corazón
por rociar al amor con sus esquirlas.
puedes vestirte ya, marchate lejos
hay propina sobre la mesa
donde algún día compartimos nuestros recuerdos,
fotos instantáneas, poses enamoradas,
todo lo que una pareja normal hace
cosas que nosotros nunca pudimos celebrarlas.
A mi corazón para mi me lo quedo,
a nadie lo comparto,
ya conozco el sabor del dolor
no te preocupes en contarlo.
anécdotas, píldoras, desvelos y sueños
son durante la noche tus señuelos.
puedes pedir lo que quieras, mas no amor,
puedes entregar lo que quieras
que yo lo cuidare con honor.
no encuentro la salida, tengo miedo a buscar
rehusó del abuso de las drogas
para poderte retratar.
